Chapada Diamantina

Gracias a que hoy Internet está de buen rollo os puedo enseñar cómo la Chapada Diamantina, al fin, nos ha mostrado qué es lo que la hace tan famosa y valorada por los viajeros: las impresionantes vistas desde sus morros. Tras seis kilómetros de caminata pudimos disfrutar de la cachoeira (cascada) de fumaça y empaparnos, felices, con las finas nubes de agua espolvoreada desde ésta, considerada la cascada más alta de Brasil. De las suaves dunas y lagos de Maranhao a los profundos valles de Chapada Diamantina, sin duda el mejor aperitivo para rematar en unos días con el parque nacional de Iguazú. Antes, tras el último tour de mañana, llegará el tiempo de recorrer los pueblos coloniales de Minas Gerais e ir sumando a este viaje que, de momento, está resultando de una belleza abrumadora. Sí, es caro y, por zonas, hasta inseguro, pero Brasil, siempre lo he sostenido, es el mejor destino con diferencia de Sudamérica gracias a sus parques nacionales, playas de ensueño, pueblos inmaculados y una mezcla social y cultural que resume a gran parte del orbe, pero siempre con el permanente “bem tranqüilo” que se escucha por decenas de veces cada día.

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