Kyoto (IX): Y hasta ochenta
Kyoto (IX): Y hasta ochenta. Anoche regresé al apartamento. Cansado de caminar calles de adoquín perfecto, impecables en su higiene, o templos de postal perfecta. Ahuequé la almohada, sacudí la sábana bajera, estiré el edredón e hice la cama por séptima vez. Calenté agua para una infusión, prendí un cigarrillo, busqué acomodo a mis próximos …