Mercerreyas

Uxmal, gloria posclásica del maya

Domingo, 16 de octubre de 2016

Uxmal

Uxmal

A Uxmal, sin ir más lejos…

Día de visitas en Uxmal, uno de los entornos mejor conservadas de la época tardía de la civilización maya, fácilmente accesible en transporte público desde este Mérida en que descansamos y bajamos revoluciones porque lo más batallado del viaje ya está pasado. Calor sofocante en la capital yucateca para aquéllos que nos movíamos mejor por encima de los dos mil metros sobre el nivel del mar y, además, primeras muecas de desagrado con las actitudes y precios abusivos de casi todo. Si lo primero que te preguntas al llegar a un lugar es «¿por qué demonios me hablan todos en inglés?», no le des más vueltas: ése es el axioma de que estás realmente jodido en un entorno de trileros. Visto lo visto, por lo pronto ya he cerrado los buses para Chichen Itza pasado mañana, uno desde Mérida hasta allí y otro de la vieja ciudad maya hasta Playa del Carmen, toda vez que los precios de excursiones aquí son ridículos, al igual que las entradas. Y no es que, comparativamente con lo que se ve y lo que se paga en otros países, soltar diez euros por ver Uxmal o Chichen Itza sea caro, es solo que otros lugares tan o más prestigiosos en México, del estilo de Palenque o Monte Albán, no pasan de tres euros. Ahí es donde uno se da cuenta de que en Yucatán le van a chulear por todas partes. Ya he dicho muchas veces que esto no es un blog de viajes, de esos con (presunta) información práctica y tal, pero voy a hacer una excepción en la siguiente frase. Así que, por favor, no caigáis en la trampa de hacer tours organizados que aquí son una estafa (andan por quinientos cincuenta pesos o treinta euros SIN incluir entradas, solo transporte y una comida que me la puedo imaginar…) y usad los buses locales que cuestan una fracción y llegan a los mismos lugares. A Uxmal, sin ir más lejos, cuesta ciento veinte pesos el billete de ida y vuelta. Os dejo otro dato que suma ya que en bus público gozas de libertad total y eliges a qué hora llegas, de tal modo que te puedes permitir organizarte la visita sin muchedumbres como ha sido nuestro caso. Mañana toca cenotes y aún tengo que mirar o preguntar por ahí cómo llegar en transporte público a Cuzamá, aparte de cómo conseguir llegar a algún cenote que no esté entre los tres que cubren todos los circuitos organizados y entre los que parece ser, aunque me extraña, que todavía no está el de Bolomchoojol, el más hermoso que yo recuerde.

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