Lunes, 20 de noviembre de 2017
ACTUALIZACIÓN NOVIEMBRE 2017: Por fin ha echado a andar la conexión directa a Nan desde Luang Prabang. El caso es que hemos sacado un par de billetes a Sayabouri en el bus a Loei, lo que ya conocía, y, justo al ir a montar, resulta que el bus de al lado marcaba dirección Nan. En Luang Prabang ni saben que existe, y en la web de la estación de buses ni aparece esta ruta. Cambio de billetes y felicidad porque nos ahorramos los transbordos que cito arriba. Por delante ocho horas a cambio de dieciséis pavos. Todo iba bien hasta que, con la carretera mojada en el complicado tramo desde Sayabouri hasta Muang Ngeun, un tipo lao nos ha embestido de lateral y ha reventado su pick-up. Muy Thai todo aquello… Has sido tú. Que no, hombre, que has sido tú. Risas, colegueo y buenrollismo pero nadie afloja. Luego llega la poli y se la calzan (la culpa) al tailandés, obvio porque en tierra Lao funcionan igual que en tierra Thai: siempre barren para casa. Los tailandeses que ni para Dios, que ellos no se comen el marrón. Roberto y yo flipando porque lo hemos visto y ha sido escandaloso cómo se ha metido el pick-up en nuestro carril por esquivar un bache. Viene un policía y pregunta si sé hablar su idioma para que cuente mi historia. ¡Qué casualidad!, resulta que veo un uniforme y se me olvida hasta mi nombre en castellano. Yo no tengo ni idea. La poli remolonea, charla con unos y otros, vuelve a charlar, charla una vez más… y como ve que no hay tema se hace la de Pilatos y llama al seguro. Asoma un tipo desgarbado al cabo de una hora. Éste, imagina, vuelve a barrer para casa: culpa del autobús. ¿Y ahora? Ahora llevamos tres horas parados y no podemos irnos porque la poli reclama, agárrate a la silla, ¡¡¡diez mil bahts!!! (doscientos cincuenta euros al cambio) por gastos de grúa del coche siniestrado. Al parecer el seguro tailandés cubre daños a terceros pero no su remonte a un taller. ¿Y ahora? Pues a esperar que venga un conocido del conductor porque ni este ni su acompañante llevan tanta pasta encima. Y yo que pensaba que los sablazos eran deferencia para turistas… pues no, entre ellos también se la meten hasta el fondo sin ningún rubor. Al final ha llegado la pasta, nuevas risas, ni un solo mal gesto o voz elevada, muchos deseos de suerte mutua y, tras más de cuatro horas, rumbo a Nan al que hemos llegado a eso de las nueve en vez de las pronosticadas cuatro y media de la tarde.
A veces preparas el día, como el año pasado, con más incógnitas que certezas, sin saber a ciencia cierta dónde dormirás ni cuándo llegarás a tu destino, pero te sonríe la suerte y todo casa a la perfección. Memorable. Otras sales roncando porque crees que lo llevas todo bien atado, más fácil imposible, y las circunstancias te recuerdan que eres solo un muñeco a su merced. Te roban horas de ruta y te regalan experiencias no menos memorables. Así funciona esto, y nada mejor que una barbacoa en un tugurio de Nan para celebrarlo.
Visit us at:http://botitasenasia.blogspot.com/
E-Mail:botasmixweb@hotmail.com