Sábado, 27 de octubre de 2018
Un museo de renombre y obligado por la calidad de su exposición de piezas de arte precolombinas, el Museo Larco siempre se me había quedado en el debe durante las dos visitas anteriores a Lima. Esta mañana he podido sacar un rato largo y me he acercado a visitarlo para comprobar que, efectivamente, la fama que le precede es justa. De valor incalculable las piezas expuestas, por su historia y calidad, y no menos interesante la sala sexual, que siempre provoca carcajadas nerviosas entre aquellos que la entienden como erótica aunque su dimensión e importancia vaya muchísimo más allá de eso. Mañana vuelo a Cuzco y empieza lo movido. De mientras me he relajado a la tarde comprando plata (Perú es, honestamente, donde más barata y de mejor calidad se vende la plata… si sabes dónde buscarla, claro) y mirando ordenadores.
No os olvideis, porfa,de compartir las aventuras de David