Viernes 17 de Mayo de 2019
Arroz al por mayor
Día de tranquilidad por Ubud y alrededores el que ha salido hoy. Cometí la torpeza de creer que en el centro de esta localidad, calle Hanuman, seguiría aguardando un remanso de paz y tranquilidad y me he encontrado con un sucedáneo entre Benidorm e Ibiza sin playas pero con la misma morralla de flora y fauna. Mañana salimos escopetados a los alrededores, donde aguarda un hotel de capricho al borde de arrozales y naturaleza apabullante, pero por el camino paladeamos una mañana, a caballo entre platerías de Celuk o tallas de piedra en Batubulan, más una tarde comprobando cómo el antaño icono imprescindible de Tegalalang se han convertido hoy en un abyecto parque temático donde todavía se salvan un par de panorámicas de arrozales lustrosos. Imagino que hoy tocaba escribir sobre la autopsia a este Ubud que a cada regreso muestra con más orgullo su etiqueta post-mortem, abanderada en uno de los dedos gordos del pie de su cadáver macilento, pero sucede que nos hemos liado de palique hasta la madrugada, bien regados entre ginebra y vodka, para rescatar el cariño inmortal que, pese a todo, siempre sentí (¿sentiré?) por esta capital cultural balinesa. ¿De qué manera voy a teclear incómodas verdades de este rincón que tanta felicidad a espuertas me ha regalado?
No os olvideis,porfa,de compartir las aventuras de David.Gracias