Mercerreyas

Día 95: Estación final o apuntando a dos mil veinte

Viernes 13 de Diciembre de 2019

Día 95: Estación final o apuntando a dos mil veinte

Vuelvo con tantas ganas como felicidad a casa, he de reconocerlo. Ya me apetece recuperar mi realidad cotidiana. He podido ver mucha Asia y, mejor aún, disfrutarla de un modo que ni recordaba. Ha sido, en muchas fases, como aquel viaje iniciático de dos mil diez, el primero en solitario. Conocer gente maravillosa, perderme en fantásticos entornos naturales, paladear monumentos emblemáticos, disfrutar incluso más otros desconocidos y, por encima de todo, aprender. Aprender de historia, cultura y vidas anónimas que recuerdan lo afortunado que soy. Relativizar el dolor padecido (el tiempo lo cura todo) y valorar hasta el infinito la certeza absoluta de que yo no habría sido capaz de infligirlo. Cualquiera que me conozca mínimamente es consciente de ello. Y vivir al límite, sintiendo cada segundo, cada latido, cada exhalación. Aflojar la angustia a que me condené y que me carcomía. Percibir, en lo terrible de cada despertar, que, reducido a cadáver, tomar distancia y perspectiva es más necesario que nunca. Sin duda, un viaje excepcional, además en plenitud de salud (con la mente y el corazón en paz es complicado caer en la enfermedad física o psíquica).

 
¿Qué toca ahora? Pues volver al curro, pasar la Navidad en familia y prepararme para lo que se aproxima en dos mil veinte. Es muy probable que monte algo para marzo de ese año. Y será, seguro, en América. Colombia tiene muchos boletos, por no decir casi todos, y quizás haga unos días en Brasil si encuentro conexiones aéreas decentes de precio, algo que se me antoja muy complicado.

 
Más tarde, en junio, es muy probable que me tome un año sabático. Ando dándole vueltas, no en vano es una idea que me rondaba hace mucho tiempo. Es una opción factible en el trabajo, tengo recursos económicos para hacerlo y siento que, una vez recuperado el aspecto anímico, me ilusiona. No será un año completo fuera (nunca he creído que case con mi estilo de vida y concepto de viaje, ya lo he explicado en anteriores ocasiones), pero sí una sucesión de tres viajes de cien o ciento veinte días. Y, a excepción de junio que iré con la familia a Europa, todos serán a Asia, arrancando en India (zona tibetana de Ladakh en verano) hasta Japón. De veras que he disfrutado tanto con este viaje que mañana termina que dudo poder encontrar excusas para desistir. Si pudiera regresar a Bodhgaya, a aquel once de septiembre, ahora mismo…

El autor

David Botas Romero

Viajero imparable

Blog matriz

No os olvideis,porfa,de compartir las aventuras de David.Gracias