Jueves, 13 de Agosto de 2020
Y más intros
La entrada del blog de esta semana viene cargada con las introducciones de los próximos vídeos. En el segundo de India se recorrerá desde Sanchi, mundialmente famoso por su milenaria estupa, hasta Jaipur. Entre medias asomarán lugares admirables del estilo de Mandu, Kota, Maheswar y un largo etcétera. En el dedicado a Nepal podremos perdernos por las maravillas que encierra el valle de Katmandú, un entorno que ya sabéis que a mí me tiene enganchado y que, además, es muy dependiente del turismo y lo está pasando francamente mal ahora mismo. Las antiguas capitales de Patan y Bhaktapur se llevan la palma, pero las estupas budistas o iconos del nivelazo de Changu Narayan no desmerecen. Por último, también voy avanzando en el vídeo de Tailandia, donde se recogen las visitas en esos días de relax que me quedaron antes y después del intensísimo Japón. Los templos menos conocidos del área de Chiang Mai, Ayuthaya y un poco de Isan, a caballo entre Ubon Ratchathani y That Phanom, se van a mezclar para dar forma a ese octavo vídeo de la serie de diez que recoja aquel viaje maravilloso del pasado otoño.
Actualización gorda la de hoy, homenaje inmenso en un trece de agosto a mi madre, que hoy cumpliría ochenta y dos años. Son todos los anteriores lugares que recorrí con ella, en el caso de India y Tailandia por un puñado de veces, y lugares que, de algún modo, aprendimos a amar juntos. Su recuerdo, impreso en cada uno de los vídeos y textos, es un faro que nunca deja de señalar un puerto seguro por cualquier confín de este planeta al cual, a base de ilusión, conseguimos reducir tal que un ovillo a los pies.
P.S. Más y más incertidumbres o dificultades para viajar, incluso por Europa. Sigo pensando que en septiembre saldré, lo que desconozco es a dónde porque paulatinamente se me van cerrando las opciones. Si esa prueba, viaje corto por aquí cerca, sale bien, es muy probable que alargue el asunto entre octubre y noviembre. No obstante, ahora mismo la tendencia y previsión es desesperanzadora porque España, al igual que otras naciones del entorno, está demostrando ser incapaz de contener al virus. Eso, lógicamente, provoca que el pasaporte español esté cada día más vetado. La fe no se pierde, eso sí 😉
