Mercerreyas

Taj Mahal o la más maravillosa muestra de amor

Jueves 6 de Agosto de 2020


Taj Mahal

Taj Mahal o la más maravillosa muestra de amor


El Taj Mahal, por encima de ser reconocido como el símbolo de India por excelencia, encierra una preciosa muestra de amor en su geometría perfecta. Es bien conocida la razón que llevó a su constructor, Shah Jahan, a erigirlo: la devoción que sentía por su esposa, Mumtaz Mahal, fallecida al dar a luz a su decimocuarto hijo. Quiso el cruel destino que Aurangzeb, hijo de Shah Jahan, encerrara a su padre en el fuerte rojo desde donde este pudo contemplar, cada atardecer y hasta su muerte, la última morada de su esposa. Quedó en el proyecto el Taj negro, situado al otro lado del río Yamuna, el mausoleo idéntico, pero en mármol negro, que el emperador tenía pensado construir para sí mismo. Acaso por la historia hermosa y despiadada, acaso por su belleza atemporal, este mausoleo mágico, definido por Tagore como «una lágrima en la mejilla del tiempo», genera emoción al límite y una sensación de paz perpetua. Lo disfruté hace años con mi madre, lo disfruté incluso más hace unos meses recordando nuestras huellas, imposible de ser borradas. 

La entrada de esta semana, una vez que China quedó atrás, se centra en un edificio emblemático de un país por el que yo debería andar en estos momentos. El primer vídeo de India está finiquitado a falta de comentarios y hoy arranco con el segundo. ¿Y el futuro? Pues no pinta muy bien mientras España no sea capaz de controlar los brotes infecciosos. Europa, de momento, no veta a viajeros con pasaporte español, pero es algo que puede cambiar. La idea es salir, dentro de tres o cuatro semanas, con mi hermano Roberto. ¿Destino? Lo sabremos un par de días antes. Mientras el virus siga circulando desatado y nuestros políticos sigan presumiendo de su incapacidad e ignorancia, tendrá que ser de esta manera porque el resto del planeta nos ve, con razón, como una bomba de relojería y unos «apestados» que casi mejor si no vienen por aquí. A cruzar los dedos… 




El Autor

David Botas Romero

Viajero imparable

Blog matriz