Mercerreyas

Un doloroso regreso

Sábado, 11 de octubre de 2014

dolor

dolor

Un mes, dos meses, tres meses… cuando se viaja a menudo y por largos periodos es inevitable que esto pase. De hecho uno procura visualizarlo de antemano, hacerse a la idea, asegurarse que no tendrá por qué ser tan jodido… y todo es en vano, porque cuando un familiar fallece y se ha de regresar precipitadamente, el dolor es tan inmenso que todo lo previsto se deshace como un castillo de arena bajo la marea. Eso nos sucedió en Bulgaria al recibir la noticia del fallecimiento de un hermano de mi madre, y en consecuencia todo dejó de importar tras el velo de dolor y soledad en unas tierras y entre unas gentes siempre cercanas y hermanas. Tras un decenio de constantes viajes era inevitable que nos ocurriera en algún momento, pero uno, por mucho que lo intente y lo desee, jamás llega a estar preparado para asimilar un golpe así, para darle a una madre una noticia tan terrible. Tras el Vía Crucis solo recuperar la ilusión poco a poco, superar el trago y sacar fuerzas de donde sea para encarar este ilusionante fin de año sudamericano y asiático tan movido que, de golpe, se ha teñido de lágrimas e infinita amargura. No sé cuándo, pero seguro que poco a poco volverán las ganas de montar el vídeo de Bulgaria cuya intro ya tenía acabada y de, al mismo tiempo, disfrutar por Ecuador y Colombia, lo más cercano y que ahora da la sensación de apetecer un poco menos. Poco a poco solo queda animarse pensando que de todo se hace callo, confiando en que la próxima vez ya no será tan traumático. Poco a poco.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.