Rasgando el cielo celeste en Torres del Paine

Llevaba tiempo esperando a este lugar y no me ha decepcionado en absoluto. Suma glaciares por doquier, lagos turquesa y unas moles perfectas y tendrás al que, no sin razón, está considerado el mejor parque nacional desde Alaska hasta Tierra del Fuego. Sin duda que los Lençois Maranhenses o Iguazú son más llamativos estéticamente, tanto como que Chapada Diamantina o el Tayrona ofertan caminatas también espectaculares, pero la conjunción de naturaleza y senderismo que se ofrece aquí puntúa en lo más alto según los entendidos.

Otra cosa muy distinta es su relación calidad-precio, que merece un aparte cuando tenga tiempo (¿mañana?). Tuvimos suerte y la predicción meteorológica no falló para poder ver las torres y sus famosos cuernos en todo su esplendor, lo justo para abrir boca y mañana regresar para caminar por allí.

Aquí empieza lo chungo porque la previsión para mañana es mala y, si se confirma, haremos justo la caminata de un par de horas al mirador de los cuernos en vez del trekking a la base de las torres, que es el que nos gustaría hacer, porque veinte kilómetros a hacer en ocho horas con vistas nulas y lluvia constante no apetecen mucho.