Sabado 23 de Marzo de 2019
Kokand, allá en Ferganá
Entre que iba jodido por una incipiente infección de garganta que me traía tocado hace un par de días (ya remite), y que, en apariencia, Kokand no tiene muchísimo interés, seguía rumiando hasta entrar en ella si habría merecido la pena o no venir directo desde el aeropuerto de Ferganá. Pues lo cierto es que sí, un chute de Ibuprofeno me ha devuelto la vida y me he encontrado con una mezquita preciosa en su artesonado, sostenido por un montonazo de pilares rojizos tallados, un palacio que alberga un museo atractivo y una madraza que no pasa del montón. Luego he parado en Rishton, hogar de célebre alfarería desde hace centurias, solo para comprobar que aquí no tienen aquel diseño de plato frutero que me gustó en Samarcanda y que creía, convencido estaba, que hallaría aquí. Si no lo remedia Tashkent el último día tendré que seguir usando un plato corriente, jajaja.
Mañana visita al bazar de Kumtepa, un lugar que promete aunque también me las prometía muy felices con las artesanías de esta zona y ya digo que tanto cerámica como seda de la ciudad donde me alojo, Marguilón, han sido una decepción considerable. Lo inmediato es dormir, que hoy me faltan horas tras el madrugón para ir al aeropuerto, y mañana ya se verá…
No os olvideis,porfa,de compartir las aventuras de David.Gracias
