Jueves 21 de Marzo de 2019
Shah-i Zinda, una necrópolis monumental
Hora de ir rematando este Samarcanda y, con él, Uzbekistán o la totalidad del viaje. Mañana toca traslado a Tashkent, a eso de las cinco de la tarde, y aprovecharé una última mañana aquí para chequear el bazar y las artesanías. Para pasado ya avión a Ferganá y un par de días allí en que procuraré visitar Kokand y el afamado mercado dominical de Kumtepa, justo antes de regresar al avión para volar a Tashkent y de allí a casa. Llego con la gasolina justa, física y emocionalmente, y creo que, aparte de fotos de lo que me rodea, pocas más palabras podré añadir de lo que fluye por dentro. En Ferganá tengo bastante lío para cuadrar lo que quiero ver, así que difícilmente sacaré tiempo o fuelle para teclear.
La mañana de hoy se me ha ido entre una mezquita, el famoso observatorio astronómico de Ulugbek y la fabulosa necrópolis de Shah-i Zinda. Venía este último lugar remarcado en rojo y puedo confirmar que es precioso con su sucesión de mausoleos porticados. Otro milagro de mayólicas y azulejos que incluso en alguna tumba se presentan hasta tallados en filigranas o salmos del Corán. Soberbio lugar.
Creo que lo visitable de esta ciudad acaba aquí, toda vez que paso de ir a Shabrisadz (demasiado lejos para lo escaso que ofrece), a menos que surja alguna otra idea de última hora, cosa que tampoco descarto porque a la madrasa de Kosh, en Bujará, fui por matar el tiempo y me acabó gustando la que más. Por cierto, que de ella son estas primeras fotos ya que olvidé publicarlas en el blog anteayer, ¡cachis la mar!
No os olvideis,porfa,de compartir las aventuras de David.Gracias
