Bagan o la magia del sudeste de Asia

Ina lo define como un lugar mágico. Así lo recordaba hace diez años y así se lo ha encontrado. Roberto, a su vez, alucina en esta inmensa planicie plagada de templos suntuosos donde quiera que mires. Siempre lo leí, incluso antes de visitarlo por primera vez hace ya mucho, y lo cierto es que cada vez que visito este lugar me surge esa misma aseveración como un mantra: Bagan es el único lugar capaz de rivalizar con Angkor en todo el Sudeste Asiático. Hubo un terremoto hace un tiempo breve, hay hordas de chinos y turistas orientales (también, buena noticia, locales), para mi desagradable sorpresa han prohibido el acceso a cualquier terraza superior de todos y cada uno de los templos, de tal modo que la torpe junta militar que gobierna (pese a las tonterías demócratas que se leen en Occidente) ha creado dos colinas ridículas con aspecto de miradores, donde Cristo perdió el gorro, para compensarlo… Y, con todo, ni aquél, ni ésos, ni éstos han sido capaces de restarle un gramo de su gloria imperecedera. Mañana, por supuesto, otra dosis 😉