Mercerreyas

Inle, un oasis

Viernes 3 de Mayo de 2019

{{ brizy_dc_image_alt uid='wp-b13ba3fdcc2463662ab2abc8882a981c' }}

Inle, un oasis

Día de bus y relax en el camino a Nyaung Shwe, puerta de entrada al lago Inle. Poco más ya que, saliendo a las ocho y media y tras casi ocho horas de ruta para cubrir los trescientos y pico kilómetros, no quedaban ganas más que para comer y descansar un rato. Otra vez los recuerdos se agolpan, buenos y no tan buenos… Jamás olvidaré (ni me perdonaré) una bronca que le monté a mi madre en el lago por hacernos regresar a In baw Kone a por una bufanda hecha de hilo de loto de la que se había encaprichado. Con el infinito esfuerzo lleno de amor y fe ciega con que siempre me siguió… O el mal cuerpo que traía Ina cuando vinimos por aquí hace diez añazos ya, directos a descansar al hotel Hupin…

Mil historias que han salido frente a unas cervezas en un restaurante italiano que sigue al pie del cañón desde dos mil siete (por lo menos). A veces parezco al abuelo cebolleta a mis cuarenta y tres. Infinitamente mejor temperatura aquí, entre montañas, tan llevadera que las pilas vuelven a cargarse a tope para poder seguir quemando kilómetros con el recuerdo de un templo como Dhammayangyi, otro más, para siempre en la retina. Mañana, lo inmediato, el lago con sus huertos, templos y mercados. Pasado, sin tenerlo muy claro aún, la idea es intentar visitar Pindaya y/o Kakku. Ya se verá, pero tampoco importa dónde, cuándo o cómo mientras la vieja campanilla de Chiang Mai siga tintineando, invocación al proselitismo viajero por tierras de Buda…

{{ brizy_dc_image_alt uid='wp-ebfb6effef925c3db6aa5d17411de1f8' }}

Escrito por: David Botas Romero

En:http://botitasenasia.blogspot.com/

E-Mail:botasmixweb@hotmail.com

{{ brizy_dc_image_alt uid='wp-b13ba3fdcc2463662ab2abc8882a981c' }}

FOLLOW US ON SOCIAL: