Solo o fuera de ruta

Dos templos alejados de muchos itinerarios han ocupado buena parte de nuestro día gracias a que la ciudad de Solo tampoco es que sea un maná de atracciones turísticas. De Candi Ceto hay que reseñar su valor más espiritual que estético, y del próximo templo de Sukuh su sorprendente similitud con las pirámides mayas o, por encima de eso, sus fabulosos relieves en piedra. Ambos se encuentran rodeados de vergeles trepanados ya que las hiperfértiles laderas de volcán Lawu, hoy preñadas de plantaciones de té, árboles de caucho o huertas de hortalizas, son un espectáculo de verdor y suponen un respiro a la polución de Solo además de un escalofrío por la temperatura templada a mil quinientos metros de altitud. 

Día más o menos tranquilo ha salido hoy, imagino que similar al de mañana donde se nos van a ir casi todas las horas de luz en alcanzar Malang a bordo del tren Malioboro Express. Un par de noches haremos en esa ciudad para organizar la historia del Bromo y, quizás, visitar algún que otro lugar que llevo apuntado y que pasé por alto hace tres años.