Mercerreyas

Un alto en Kota

Domingo 29 de Septiembre de 2019

Un alto en Kota

No es que Kota sea un bastión de interés turístico pero, al menos, sí que oferta un par de sitios de relativo interés a priori que, en el fondo, son fuegos de artificio. Lo digo porque su palacio genera opiniones contrapuestas y, si ya partía con dudas para ir a verlo esta mañana de espera a mi tren hacia Jaipur, pues he de reconocer que no me ha importado en absoluto que estuviera cerrado por vete tú a saber qué motivo. 


El templo de Garadia Mahadev, sin embargo, sí aparenta mejor aspecto más por su localización, en un meandro del río Chambal. Nuevamente mi gozo en un pozo porque aquello es una foto de relativa belleza que cuesta, enésimo atraco por parte del gobierno indio, casi ocho euros para extranjeros. De veras que he dudado si entrar a verlo o no, más que nada porque repito que India, de un tiempo a esta parte, obliga a ser muy, pero que muy selectivo a la hora de decidir cuáles son los puntos de interés merecedores de visita. El caso es que he entrado pagando el impuesto revolucionario y lo he pasado como un enano con varios grupos de indios, siempre amistosos y dicharacheros. El templo no pasa de unos chorros de agua y la permanente presencia de un Dios con aspecto de monigote infantil, pero el sitio es bien hermoso por su localización natural. 


Cuatro horas después, tren mediante, Jaipur ha vuelto a acogerme tan bulliciosa como siempre, tan con el recuerdo a flor de piel de un pasado feliz con mi madre y de un futuro clavado por un vidente. Fuera de lo uno y lo otro, un presente que acumula fatiga pero luce diente afilado en busca de nuevas experiencias con inconfundible sabor añejo. Hoy, entre cenar y cerrar un par de asuntos aún pendientes de cara a Delhi, se me ha ido el tiempo de tal modo que tengo que teclear estos apuntes a las dos de la mañana. Tampoco importa en demasía. Como comento, mañana y pasado Jaipur no irá de visitas famosas, sino de recuerdos. Y ellos no necesitan tiempo determinado ni madrugones dolorosos.

David Botas Romero

Viajero imparable

Blog Matriz

No os olvideis,porfa,de compartir las aventuras de David.Gracias