Viernes 3 de Abril de 2020
Intro de Colombia 2.0
El tema es que, por andar un poco despistado, me he puesto hoy a hacer unas pruebas y me he cargado el archivo del primer vídeo de México (la idea, debido al volumen grabado, era hacer dos). Bye, bye al trabajo de varios días. A grandes males, grandes soluciones: lo rehago compactando en uno el total de la ruta. Quedará un poco más extenso (en torno a una hora de duración) pero mucho más dinámico y entretenido. Desde luego que eso no me va a devolver el trabajo perdido, pero, por desgracia, tampoco es que me falte tiempo para ir rehaciéndolo con calma.
Con él, garantizado, llegará el que resuma la segunda parte de ese viaje por tierras colombianas. No es necesario que repita el cariño inmenso que siento por este país y una gente que, de algún modo insondable, hizo fabulosa reacción química con mi manera de ser desde el primer paso allá por dos mil catorce. Y mira que no me lo pone fácil, el muy jodido, porque aquel viaje empezó atropellado con el cólico la víspera de volar a Sudamérica. Del segundo intento de viaje, qué decir cuando mi madre falleció en Ecuador justo la víspera de entrar a tierras colombianas por Ipiales. Del tercero y último, cuando parecía que al fin Colombia sería lo largamente anticipado en paz, tranquilidad y traguitos de ron, viene el dichoso virus con corona y debo salir atropelladamente de Antioquia, anticipando el regreso, porque no era difícil comprender la que se avecinaba. Colombia y yo, como una historia de amor e infortunio. ¿Alguien duda que bien pronto habrá un cuarto intento por encima incluso de la nueva calamidad que surja?
Y de cara al futuro, nubarrones oscuros y tambores de guerra. Intuyo, con la tristeza propia de la descorazonada evidencia, que el viaje por Europa de junio se va a ir al garete. Y es más que probable que el de julio-agosto por India y Tailandia pueda correr la misma suerte. Quizás, para entonces, los españoles hayamos dejado de ser los apestados que hoy parecemos (tenemos vetada la entrada en más de doscientos países), pero se me encoge el alma solo de anticipar mentalmente cómo va a golpear el Coronavirus a aquellas tierras, especialmente en India. Lo único cierto es que, ahora mismo, es todo una gran incógnita tanto en dimensión de la pandemia como en plazos de recuperación a nivel mundial. Paciencia, un rato de escritura, otro de lectura, uno extra para montar vídeos y repasar textos de cara a otro proyecto que he de desempolvar,… El que se aburre, desde luego, es porque quiere 😉
